Santa Cruz/Cochabamba, Bolivia. - Los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba fueron los más afectados en las últimas horas por la crecida de ríos debido a las constantes precipitaciones pluviales y todo hace temer la necesidad de evacuar a las familias que viven en los márgenes de los afluentes. Solo el Río Grande creció hasta este jueves casi cinco metros.
La Prefectura del departamento de Santa cruz decidió mantener la alerta naranja y solicitó a los pobladores de los márgenes que inicien el proceso de evacuación porque se teme el desborde que afectaría a poblaciones de Pailón, Pailas y otros que forman parte de la Cuenca Baja.
Alcides Vargas, representante del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de la Prefectura, informó que se tomaron casi todas las precauciones ante la crecida del Río Grande e incluso se solicitó a los municipios que activen sus sistemas de emergencia ante posibles contingencias.
En Cochabamba la situación es similar e incluso se anunció la posibilidad de evacuar a los pobladores de más de 10 comunidades por la crecida del río Chapare y del Isinuta, que podría afectar a más de 250 familias.
El funcionario de la Prefectura cochabambina, Fernando Fernández, informó que desde el miércoles se decidió enviar cuatro camiones a estas zonas con alimentos y en las próximas horas se decidirá si las familias que serán afectadas tendrían que ser reubicadas.
En tanto que en la zona andina de Cochabamba se confirmó la pérdida de la producción agrícola debido a la granizada y la helada.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) pronosticó que las precipitaciones pluviales en gran parte del país persistirán en los próximos días.
Hubert Gallardo, director de Meteorología del Senamhi, informó que el registro de lluvias y tormentas eléctricas serán de moderadas a fuertes y afectarán a las provincias Andrés Ibáñez, Sara, Ichilo, Florida, Caballero y Santiesteban del departamento de Santa Cruz.
Similar panorama se presentará en las provincias Inquisivi, Loayza, Caranavi, Nor y Sud Yungas y Larecaja del departamento de La Paz y en gran parte del Beni.
También serán afectadas las provincias Chapare, Carrasco, Ayopaya en Cochabamba. Las provincias Guarayos, la mitad del Norte de Ñuflo de Chávez, Velasco y Sandoval en el departamento de Santa Cruz.
Hasta el momento, los desastres naturales, principalmente las intensas lluvias de las últimas semanas en algunas regiones, afectaron a más de 10.000 familias en lo que va del año, según confirmó el viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco Ayma.
Desde el año 2006, los diferentes fenómenos naturales, desde las sequías que afectan al país en determinadas épocas, hasta las granizadas o lluvias, habituales en los primeros meses del año en el oriente de Bolivia han afectado a 450.000 familias.
Ayma explicó que en 2009, los departamentos más afectados por los fenómenos climatológicos han sido Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, La Paz y principalmente Santa Cruz.
El gobierno declaró la "alerta naranja" en el país tras las intensas precipitaciones de las últimas semanas y, según indicó el Viceministro, las direcciones de Defensa Civil están listas para ayudar a las familias afectadas.
En la región oriental, el gobierno trabaja en coordinación con las autoridades departamentales en los alrededores de los ríos Piraí y Grande que, según explicó Tuco Ayma, están a 30 centímetros de desbordarse.
No obstante, señaló que la cifra de daños es muy inferior a la de años anteriores cuando Bolivia fue afectada por los fenómenos del "Niño" y la "Niña" que, con etapas combinadas de fuertes precipitaciones y sequías, dejaron decenas de miles de damnificados y familias sin hogar en el país.
Según Tuco Ayma, "el año pasado por estas fechas había 85.000 familias afectadas" en Bolivia por las emergencias climáticas.
El viceministro de Defensa Civil anunció que desde 2006 su equipo ha recibido aproximadamente 40 millones de bolivianos (cerca de 5,7 millones de dólares) en recursos económicos y materiales de la comunidad internacional para la atención de los afectados.
En Chuquisaca, más de 2.500 familias de 71 comunidades se quedaron sin ningún sustento económico a causa de las últimas lluvias y granizadas, según el informe proporcionada por la Prefectura.
Seis municipios de Chuquisaca perdieron el 80 por ciento de su producción agrícola, lo que significa que los pobladores afectados se quedaron sin sustento económico para mantener a sus familias.
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